Han vuelto a la carga. Los portales se llenan de unas enigmáticas cajas de cartón con mensajes pretendidamente solidarios emitidos por una ONG, que nadie conoce, y que pretende justificar mediante un número de teléfono 902 al que llamar para solicitar información y donde siempre descuelga un contestador que no dice nada.
Lo único que hay detrás es un fraude: En los contenedores usted deja la ropa que luego acabará en rastrillos de ropa usada con interes lucrativo y no benefactor.
En los ridículos diseños de las cajas llegan a pedir cortinas. ¡Como que fueran un bien de primera necesidad social¡. En finnnnnnnnn
Hola, la verdad es que voy bastante frecuentemente a tiendas de ropa usada y siempre he llevado cosas de gran calidad
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